Se
trata
del
rosarino
Héctor
Marcelo
Acoroni,
asesinado
por
el
terrorismo
de
Estado
en
1977.
A
partir
de
un
informe
presentado
por
el
Ministerio
de
Justicia
y
Derechos
Humanos
de
la
provincia,
la
justicia
federal
ordenó
una
investigación
que
derivó
en
la
identificación
de
los
restos
de
un
joven
oriundo
de
Rosario
desaparecido
durante
la
última
dictadura
cívico
militar.
Se
trata
de
Héctor
Marcelo
Acoroni,
asesinado
por
el
terrorismo
de
Estado
cuando
tenía
21
años,
y
cuyos
restos fueron
inhumados
como
NN
en
enero
de
1977
en
el
Cementerio
Municipal
de
Santa
Fe.
La
Resolución
Nº
28/12
del
juez
federal
Reinaldo
Rodríguez,
fechada
el
11
de
setiembre,
tuvo
su
origen
en
un
informe
presentado
el
3
de
mayo
pasado
en
la
Secretaría
de
Derechos
Humanos
del
juzgado
federal
Nº
1
de
Santa
Fe,
a
cargo
de
Giselle
Wade.
El
objeto
de
la
investigación
de
dicho
informe
refiere
a
un
hecho
que
ocurrió
en
la
ciudad
capital,
el
4
de
enero
de
1977
alrededor
de
las
20
en
inmediaciones
de
la
Universidad
Nacional
del
Litoral,
y
del
cual
resultó
víctima
una
persona
joven.
Su
cadáver
había
sido
encontrado
en
Pasaje
Larramendi
y
San
Jerónimo
y
enterrado
en
el
cementerio.
La
Secretaría
de
Derechos
Humanos
de
la
provincia,
a
través
del
equipo
de
Investigación,
Apoyatura
y
Seguimiento
de
Causas
Judiciales
de
Lesa
Humanidad,
aportó
una
hipótesis
de
identidad
mediante
el
relevamiento
de
distintos
fondos
documentales.
Entre
estos
fondos,
merece
especial
atención
el
análisis
de
“Prontuarios
de
personas
Fallecidas”
del
Gabinete
de
Identificaciones
de
la
Unidad
Regional
Uno
de
la
policía
provincial,
que
fueron
entregados
a
la
Secretaría
de
Derechos
Humanos
a
raíz
de
un
acta
firmada
por
los
ministros
de
dicha secretaría.
Realizados
los
análisis
genéticos
correspondientes,
con
intervención
del
Equipo
Argentino
de
Antropología
Forense
(EAAF),
se
certificó
la
hipótesis
aportada.
Héctor
Marcelo
Acoroni
se
había
radicado
en
la
capital
de
la
provincia
en
octubre
de
1976
y
tuvo
contacto
con
su
familia
por
última
vez
a
mediados
de
diciembre
de
ese
año,
cuando
anunció
a
través
de
un
telegrama
que
volvería
a
Rosario,
cosa
que
nunca
sucedió.
Desde
entonces
permanecía
desaparecido
y
35
años
después
pudo
restituirse
su
identidad.
El
juez
Rodríguez
dispuso
que
los
restos
sean
entregados
a
sus
familiares
y
que
se
libre
oficio
a
los
juzgados
federales
en
lo
penal
de
Rosario
para
determinar
si
por
la
desaparición
de
Acoroni
se
ha
iniciado
alguna
investigación.
"Renovamos
nuestro
compromiso
con
la
búsqueda
e
identificación
de
personas
desaparecidas,
con
la
búsqueda
de
la
Memoria,
la
Verdad
y
la Justicia",
expresaron
desde
el
Ministerio
de
Justicia
y
Derechos
Humanos.
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